El cambio climático está afectando a todos los cultivos de café alrededor del mundo. Muchas regiones que hoy producen café desaparecerán en el futuro cercano.
Según los expertos para 2035 habremos llegado al punto de no retorno con un incremento de 2°C en la temperatura global para el año 2100.
Y el punto límite para evitar un aumento de 1,5°C en la temperatura global del planeta hace mucho fue superado.
Las medidas de mitigación debían haber sido adoptadas por las naciones del mundo en el año 2010.
Tanto si el calentamiento global es causado por las emisiones de carbono, o si se trata solamente un ciclo normal en la evolución del planeta, hoy no nos enfrentamos a la posibilidad de mitigarlo sino a la necesidad de adaptarnos a él.
Y eso implica que todas las áreas agrícolas del planeta, en algún momento se verán afectadas y tendrán que cambiar su vocación productiva.
O realizar grandes inversiones en tecnología de riego y control climático para seguir siendo productivas.
¿Cómo afecta el clima a la producción de café?
En términos generales, todos los cultivos tienen un rango óptimo de temperatura y unas necesidades hídricas particulares.
Cuando esas necesidades no son cubiertas, no hay producción.
En el caso del café como ya hemos comentado en nuestro post «Cotización del café en bolsa. 5 Hechos que debes saber«, se requiere no solo de un rango de temperatura adecuada para el cultivo.
También se requiere una disponibilidad de agua suficiente para el llenado de las cerezas.
Y de estaciones lluviosas bien marcadas seguidas de periodos secos que obliguen a las plantas a florecer.
Condiciones agro ecológicas para el cultivo del café
El café tiene su centro de origen en Etiopía, con un relieve montañoso y un clima cálido y húmedo cuya temperatura varía de acuerdo con la altitud.
La región cafetalera se ubica entre los 1300 y los 1800 metros sobre el nivel del mar, con una temperatura promedio de 22°C.
La precipitación anual (hasta hace unos 20 años) era de 1500 mm bien distribuida. Con una temporada principal de lluvias entre los meses de junio a septiembre y una menos importante en marzo.
El café migró desde Etiopía y hoy se cultiva en muchas regiones tropicales y subtropicales alrededor del mundo.
Es decir, regiones en donde las condiciones de temperatura y lluvias son similares a las etíopes y han permitido una buena adaptación y desarrollo de las plantas de café.
Estas regiones están ubicadas entre los trópicos de Cáncer y Capricornio.
La relación entre el clima y las floraciones de café
Los periodos de estaciones lluviosas, precedidas por estaciones secas, producen un estrés hídrico en las plantas que las induce a florecer.
Para la floración del cafeto también es necesario que haya una diferencia entre la temperatura del día y de la noche de más o menos 5°C para que ocurra la inducción de las yemas florales.
Si estas condiciones se dan, se tendrán floraciones concentradas en una o dos épocas al año.
Y las cosechas concentradas facilitan la recolección del grano y el control natural de plagas como la broca del café.
Si quieres conocer más sobre la fisiología de la floración del cafeto y su relación con el clima no dejes de leer este artículo de investigación:
Desarrollo floral del cafeto y su relación con las condiciones climáticas
El cambio climático está afectando al cultivo del café
El cambio climático es un cambio a nivel global de los patrones de lluvia acompañado por un incremento sustancial de la temperatura y del nivel de los océanos.
El aumento en la temperatura global está obligando a que los cultivos, no solo de café, sino todos los cultivos de clima medio y frío, tengan que ser desplazados hacia zonas más altas.
En la actualidad hay una distribución diferente de la precipitación si se compara con las condiciones de hace 20 años.
Hay cambios en la intensidad y cantidad de lluvia que cae en cada región si se compara con los históricos.
Hoy los veranos y los inviernos son cada vez más intensos e impredecibles.
Por esta razón, vemos zonas arrasadas por la sequía y los incendios forestales mientras que al mismo tiempo, otras regiones del planeta son devastadas por lluvias torrenciales e inundaciones.
Cambio climático y desaparición de áreas cafetaleras alrededor del mundo
Etiopía
En los últimos 50 años, la temperatura promedio en Etiopía se ha incrementado en 1,5°C y las lluvias se han tornado muy irregulares siendo cada vez más escasas.
Se estima que para el 2050, Etiopía habrá perdido el 50% de su área cultivada en café y para el 2080 la reducción podría alcanzar el 85%.
Regiones como la Península de Zege, una de las principales productoras de café en Etiopía, hoy se ve gravemente afectada por el incremento de las temperaturas.
Según los investigadores, será necesario desplazar la caficultura etíope entre 32 y 40 metros en altitud cada 10 años, lo cual resulta social y económicamente difícil.
Si quieres ver los resultados de la investigación puedes hacer clic aquí.
Actualmente el sector cafetero etíope emplea directa e indirectamente a 15 millones de personas y representa la cuarta parte de sus ingresos en divisas.
De esta manera, el cambio climático implicará no solo la reducción en la producción de café si no una crisis económica de gran magnitud para el país.
Aprende más sobre las crisis del café en nuestro artículo Historia de la crisis cafetera: De la primera bonanza de 1870 a la crisis del café de 2019
Latino América
El cambio en los patrones de lluvia afectará en el futuro al 80% de las tierras cultivadas en café.
Inevitablemente habrá una reducción sustancial en el área cultivada y un desplazamiento de la zona cafetera hacia las tierras más altas.
Países como Colombia, México y Costa Rica tendrán más posibilidad de adaptarse, porque cuentan con cadenas montañosas de mayor altitud.
Pero países como Nicaragua y Honduras, cuyo paisaje es llano, no tendrán esa alternativa.
Estos dos países han sido los más gravemente afectados por efectos climáticos extremos desde 1992.
En cualquiera de los dos casos, esta situación dejará en el limbo a miles de familias que hoy subsisten del cultivo del café en pequeñas parcelas de menos de 5 hectáreas.
Estos caficultores deberán enfrentar ataques cada vez más severos de plagas y enfermedades como la broca y la roya del café.
Y a la larga se verán forzados a cambiar su vocación agrícola por cultivos de clima cálido más tolerantes a las sequías.
Los que decidan permanecer cultivando café en sus parcelas, verán afectada tanto la producción y la calidad de su café como la rentabilidad del cultivo.
Para el año 2050, el 50% de las áreas agrícolas latinoamericanas estarán gravemente afectadas por la salinización y la desertificación de sus suelos.
Colombia
La caficultura colombiana se desarrolla en las laderas de sus tres cordilleras andinas.
Climáticamente hablando, está influenciada por su posición ecuatorial y los fenómenos globales del Niño y la Niña.
Pero también por el microclima que se genera a partir de las corrientes de aire cálidas que suben por los valles y las corrientes frías que descienden desde los picos más elevados de sus cordilleras.
Este microclima es el que de alguna manera permite seguir conservando muchas de las áreas cafeteras a pesar del incremento global de la temperatura.
Actualmente las lluvias son más intensas y dispersas durante todo el año. Ya no se cuenta con estaciones marcadas de lluvia y verano.
Y esto provoca que las floraciones también sean dispersas y que las flores sean vulnerables a pudrición y aborto a causa del exceso de humedad.
Desde 2008 Colombia ha tenido una disminución del 33% en la producción de café debido a la influencia de los fenómenos del Niño y la Niña.
Cambio climático y costos de producción de la caficultura colombiana
Con floraciones y cosechas de café dispersas a lo largo del año, la recolección también se hace más difícil y costosa.
Hasta hace unos 5 años en tiempo se cosecha, un recolector podía cosechar más de 100 kilos de cereza en un solo día.
Hoy a duras penas puede recolectar 60 durante la cosecha principal y el resto de semanas al año hay días en que solo logra recolectar entre 10 y 20 kilos.
Como la cosecha se paga por kilo recolectado, resulta un mal negocio tanto para el caficultor como para el recolector.
El caficultor no puede elevar el precio que paga por kilo cosechado porque de por sí, ya el 50% de los ingresos por venta de café se invierten en el costo de recolección.
Y para el recolector tampoco es negocio porque aunque le suban el precio por kilo recolectado, difícilmente alcanza a ganar el equivalente a un salario mínimo legal vigente.
De manera que en Colombia la influencia del cambio climático en la caficultura se ha traducido en un problema de déficit y costo de mano de obra para la recolección.
Y de un déficit en la producción a causa de las escasas floraciones obtenidas durante los tres últimos años en donde el clima ha sido lluvioso sin periodos secos que favorezcan una floración abundante y concentrada.
En los años de fenómenos de la Niña, el calor intenso y el déficit hídrico ha provocado grandes pérdidas porque las almendras del café no alcanzan a formarse lo que se traduce en un gran porcentaje de grano vano y pasilla.
Es una realidad que Colombia verá reducida su área cafetalera en los próximos años.
Visita nuestro artículo sobre la economía del café, para aprender quién se está quedando el dinero en la venta del café.
¿Quienes podrán mantenerse en el negocio del café en Colombia?
En las condiciones actuales, solamente podrán mantenerse en el negocio cafetero los productores que:
- Tengan fincas geográficamente bien ubicadas en zonas altas
- Tengan cafetales nuevos y productivos establecidos bajo sombra.
- Puedan asumir una disminución del 30% en la producción de grano por el efecto de sombra, comparado con la producción de los cafetales a pleno sol.
- Apuesten por la calidad y tengan mercados asegurados con precios competitivos que les permita pagar un mejor precio de recolección, asegurando así la mano de obra necesaria para la cosecha del grano y/ o que puedan asumir la cosecha del grano con mano de obra familiar.
Brasil
Brasil podría enfrentar una reducción del 60% en las áreas cultivadas con café arábigo.
A diferencia de Colombia, durante los últimos tres años las principales regiones cafetaleras como Minas Gerais, Sao Paulo y Espirito Santo se han visto afectadas por sequías intensas y un incremento de 3°C en la temperatura.
Además, tras los periodos secos, generalmente se presentan temporadas de heladas fuertes que también afectan la producción de café.
Todos los estudios llevan a concluir que en el futuro, con un clima más extremo e impredecible, Brasil podría llegar a perder hasta el 85% de las áreas agrícolas potencialmente utilizables para el cultivo de café.
Sudeste asiático.
En Vietnam e Indonesia podría verse una disminución del 70% de las áreas actualmente cultivadas en café.
Solo en 2017, Vietnam tuvo una reducción del 20% en la producción de café debido al fenómeno del Niño.
Y en Indonesia la producción de café disminuyó en 2 millones de sacos entre 2016 y 2018 a consecuencia de graves sequías e inundaciones.
Sumatra, Java, Sulawesi, Papúa y Bali son las principales islas productoras de café en Indonesia.
Pero solo en algunas zonas como la Cordillera central, los montes Maoke y las montañas Forja de Nueva Guinea que alcanzan alturas entre los 2000 y los 4880 m.s.n.m y la cordillera de Barisan en Sumatra que alcanza los 3850 m.s.n.m, habría la posibilidad de desplazar la caficultura hacia zonas más altas y conservar alguna áreas cultivadas en cafés arábigos.
En el futuro cercano, estos países deberán concentrar sus esfuerzos hacia la producción de variedades Robustas, más tolerantes al exceso de humedad y altas temperaturas.
El Sudeste Asiático estará cada vez más expuesto a condiciones climáticas extremas que de una u otra forma llevarán a una reducción en la producción de café.
¿Quieres aprender más sobre estos grandes productores de café? Te recomendamos leer nuestro artículo «Mayores productores de café del mundo«
¿Y qué pasará con los caficultores que no pueden desplazar el cultivo de café hacia zonas más altas?
Quienes deseen conservar su vocación cafetera tendrán que invertir en la reconversión de sus cultivos hacia modelos agroforestales biodiversos.
En el caso de América Latina, será obligatoria la siembra de café bajo sombra e intercalado con otros cultivos para lograr construir un sistema productivo de múltiples doseles.
Solo de esta forma se puede crear un microclima más adecuado para el cultivo del café y obtener ingresos adicionales de los otros cultivos asociados.
En muchos casos los caficultores tendrán que invertir en costosos sistemas de riego siempre y cuando cuenten con fuentes hídricas de las que puedan abastecerse y el capital económico necesario para hacerlo.
Y en último caso, tendrán que dejar de producir cafés Arábicos y comenzar a producir cafés Robustas de menor calidad y precio en los mercados, pero más tolerantes a condiciones climáticas extremas.
Muchas variedades de café están en peligro de extinción a causa del cambio climático
De acuerdo con una investigación realizada por expertos del Real Jardín Botánico de Kew en Londres, el 60% de las especies silvestres de café de Etiopía están en peligro de extinción a causa del cambio climático.
Al cambiar los patrones del clima, estas especies se han vuelto más vulnerables al ataque de plagas y enfermedades y no tienen la capacidad para adaptarse rápidamente a condiciones más secas y cálidas.
El grupo más amenazado es el de los cafés Arábigos, dentro del cual se encuentran variedades silvestres que no se cultivan comercialmente para la producción de grano.
Pero su importancia radica en que constituyen la reserva genética que permitiría trabajos futuros de mejoramiento genético en café.
Si se extinguen, ya no será posible obtener variedades de café arábigo más tolerantes y adaptadas a las nuevas condiciones climáticas.
Cambio climático: Escenario de crisis y oportunidades para la caficultura
Mientras que la caficultura se ve amenazada en los países que tradicionalmente han sostenido la producción mundial de café, las grandes empresas tostadoras encuentran una gran oportunidad de negocio en medio de la crisis.
Y es que los grandes capitales privados y su visión de futuro lo pueden todo. Un ejemplo de ello es la empresa japonesa Key Coffeee inc.
Key Coffee Inc. de Tokio está probando 35 variedades de plantas productoras de arábica en Indonesia en colaboración con el World Coffee Research de Oregón y el Instituto Indonesio de Investigación del Café y el Cacao.
Tomado de La República,com: La amenaza del cambio climático promueve nuevas variedades de café-
Aproximadamente, la mitad de las variedades sembradas hace dos años pueden ser aptas para cultivo en las tierras altas de Célebes (Sulawesi), donde la compañía administra su propia finca.
Este es un ejemplo de cómo empresas privadas con años de antelación a la crisis, se han preparado para suplir ellos mismos el déficit de café que se va a presentar en los mercados por efecto del cambio climático.
Ya cuentan con variedades mejoradas de cafés Arábigos adaptadas a climas impredecibles y piensan sumar muchas más.
Lo verdaderamente triste es que ninguno de los gobiernos de los países cafeteros se haya preocupado por invertir el capital suficiente y necesario en investigación, tecnología y trasferencia para la adaptación de la caficultura al cambio climático.
Si realmente les hubiese importado el futuro de sus caficultores, ya tendrían implementados modelos eficientes de caficultura adaptada al cambio climático en sus regiones cafetaleras.
CONCLUSIONES
Estamos afrontando una emergencia climática que muchos no quieren ver. Y adaptarse va a ser sin duda necesario.
¡Sin embargo hay mucho que podemos hacer para prevenirlo!
Cómo productores de café podemos contribuir a un uso del suelo más sostenible optimizando el uso de fertilizantes.
Por medio de cultivos orgánicos, permacultura, cultivos bajo sombra, cultivos intercalados, etc. podemos ayudar a preservar la biodiversidad y los bosques y a luchar contra el cambio climático.
Según el World Resources Institute la deforestación por cambio de uso de suelo representa un 8% del problema y la reforestación y regeneración de hábitats podría suponer hasta un 23 % de la solución al cambio climático.
Una mayor biodiversidad, la optimización de recursos, el aprovechamiento de subproductos y la implementación de sistemas multicultivo nos permitirá a la vez, luchar contra el cambio climático y tener un agro sistema cafetero más resiliente.
Esto, unido a la combinación de distintos modelos de negocio tales como el ecoturismo, la venta de productos alternativos o la implementación de servicios de protección ambiental, podrían permitir a los productores obtener ingresos extra.
Pero como ciudadanos también podemos actuar.
- Saliendo a las calles para pedir a nuestros gobiernos que se declare emergencia climática y se tomen medidas urgentes.
- Negándonos a comprar productos no sostenibles.
- Retirando nuestros ahorros de fondos que inviertan en combustibles fósiles…
Y tú ¿qué perspectiva tienes a cerca de la influencia del cambio climático en la caficultura?
Déjanos conocer tu opinión y recuerda que en Qué Café te leemos en los comentarios.
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